Normas básicas de fotoprotección

Dentro de unos pocos días comienza el verano, tiempo de disfrutar de largas jornadas de playa y piscina. Desde “Todo por tu Piel” queremos compartir con todos vosotros cuatro normas básicas para poder disfrutar del sol de forma saludable.

Emplea Fotoprotección tópica

La primera norma para protegerte del sol, sin duda es el uso de un fotoprotector tópico.

Son sustancias que tienen la capacidad de absorber, reflejar o dispersar la radiación, evitando que penetre en la piel y que cause por tanto daño.

Debemos elegir uno que nos ofrezca la cobertura más amplia y que se adapte mejor a nuestro tipo de piel, es recomendable elegir índices de protección (SPF) altos, por encima de 30. El SPF únicamente mide la protección frente a UVB dando idea del tiempo que podemos estar expuestos al sol sin quemarnos. Por eso es importante que  ofrezca también protección frente a UVA, IR-A y visible es decir, un amplio espectro.

Complementa tu fotoprotección tópica con la oral

Aunque protegen la totalidad de la piel y no están sujetos a la forma de aplicación, la eliminación por el agua o el sudor, nunca deberemos  olvidar que es un complemento a la fotoprotección tópica para cubrir las limitaciones de esta, y que no la sustituye.

El objetivo de los fotoprotectores orales es tratar de elevar la capacidad antioxidante cutánea para ofrecer una respuesta más eficaz al daño oxidativo causado por una exposición solar excesiva. Con un doble efecto, preventivo y reparador.

Existe una nueva generación de compuestos, principalmente sustancias naturales procedentes de plantas, que está siendo de gran interés entre los especialistas en fotoprotección, debido a sus propiedades beneficiosas cuando se administran vía oral. La mayoría tiene en común importantes propiedades antioxidantes y, en algunos casos, además, estimulan los mecanismos de reparación de la piel, como son la síntesis de colágeno y la reparación del ADN celular.

Algunos de estos compuestos orales con capacidad fotoprotectora incluyen: vitaminas o derivados vitamínicos, compuestos derivados de plantas como el té verde o el extracto de Polypodium leucotomos (Fernblock®)

Ropa y complementos protectores

La ropa es un excelente fotoprotector. La capacidad de protección solar que tiene una prenda se expresa como Factor de Protección UV (UPF).

El UPF se calcula midiendo la transmisión de las radiaciones UVA y UVB a través de un tejido, mediante un espectrofotómetro.

Los factores que afectan a UPF son: el tipo de tejido, color, humedad, distancia al cuerpo.

Otros complementos que nos protegen son:

Los sombreros que proporcionan una protección dependiendo del tejido, del calado y de la anchura del ala.

Las gafas de sol que nos protegen los ojos. La eficacia depende del tamaño, de la forma y de los materiales de absorción UV incorporados en las lentes.

Y para terminar, otras recomendaciones

Evitar la exposición solar entre las 12:00 y las 16:00 horas. Cuando la radiación UV es más intensa y perjudicial.

Y nunca olvidar que aunque el día esté nublado sigues siendo necesario el uso de fotoprotector, pues la intensidad de las radiaciones UV puede ser mayor en los días nublados y con mayor humedad ambiental, ya que la presencia de más vapor de agua en la atmósfera aumenta la dispersión de las radiaciones y por tanto nuestra exposición.

(Imagen ofrecida por IFC Spain)

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