Fotoenvejecimiento: ¿Cómo afecta el sol a tu piel?

En este post compartimos las pautas para actuar de una forma eficaz y firme contra el fotoenvejecimiento, el cronoenvejecimiento, y el paso del tiempo en la piel.

¿Qué es el fotoenvejecimiento?

El fotoenvejecimiento es la aceleración del proceso natural de envejecimiento de la piel debido a una exposición prolongada y constante a la radiación del sol sin la protección adecuada. Sus efectos nocivos pueden combatirse con buenos hábitos y productos que protejan la piel y reparen en profundidad los daños causados por el sol.

Los signos más reconocidos del fotoenvejecimiento son las arrugas, tanto alrededor de los ojos como alrededor de la boca. También la aparición de manchas en zonas expuestas, llamadas “lentigos solares”, el amarillamiento, la textura rugosa, sequedad de la piel y la pérdida de elasticidad cutánea.

La piel está expuesta a numerosos enemigos que contribuyen a acelerar su envejecimiento prematuro: la contaminación, el tabaco, los cambios hormonales…  Sin embargo, la radiación solar es, sin duda, uno de sus mayores adversarios ya que es el principal causante del fotoenvejecimiento. Esta radiación está formada por los rayos UVA, UVB, IR y luz visible.

¿Qué es el cronoenvejecimiento?

El cronoenvejecimiento es el proceso de envejecimiento cutáneo que comienza a partir de los 25 años y que poco a poco se acelera con el tiempo. Los mecanismos protectores y las propiedades regeneradoras naturales de la piel pierden actividad, disminuye la producción de colágeno y nuestra piel tiene menos capacidad de retener agua. Esto se traduce en falta de hidratación, firmeza, tonicidad y formación de arrugas.

Radiación UVA

Los rayos UVA penetran profundamente en la piel hasta llegar a la dermis y sus efectos se acumulan con el tiempo. Son capaces de atravesar hasta el cristal y su nivel de radiación es alto durante todo el año. Por lo tanto, es necesario protegerse de ellos, incluso cuando se está en casa y usar protección solar todos los días.

A corto plazo, disminuyen los niveles de colágeno y elastina, producen alteraciones en la pigmentación de la piel, alteran el sistema inmunitario y pueden llegar a provocar alergias solares. A largo plazo, son responsables del fotoenvejecimiento e incluso, del cáncer de piel.

Radiación UVB

Estos rayos tienen menos capacidad para penetrar en la piel por lo que afectan solo a nivel de epidermis. Sin embargo, esto no significa que sus efectos sean menos dañinos que los de los rayos UVA. Sus radiaciones alteran el sistema inmunitario, producen quemaduras solares, reacciones alérgicas y derivan en problemas mayores para la piel.

sintomas del fotoenvejecimiento

Radiación infrarroja (IR)

La radiación infrarroja supone más de la mitad de la energía solar que atraviesa la superficie terrestre. Se divide en IR-A, IR-B e IR-C. Las radiaciones IR-B y la IR-C no penetran profundamente en la piel, pero la IR-A llega a alcanzar a la dermis y la hipodermis. El aumento de temperatura, que produce este tipo de radiación, afecta a las células e incrementa la acción de los radicales libres, lo que acelera el envejecimiento prematuro de la piel.

 

Contaminación digital

Además de las radiaciones ultravioleta, existen otro tipo de radiaciones que también son nocivas para la piel. Es el caso de la luz azul, producida por las bombillas LED o las pantallas de dispositivos electrónicos como tabletas, televisores, ordenadores y smartphones. Al contrario que la luz ultravioleta, que pertenece al espectro de luz no visible, este tipo de luz pertenece al espectro de luz visible por lo que es percibida por el ojo humano. Sus radiaciones penetran en la piel y producen efectos muy nocivos como la degradación del colágeno y la elastina, la aparición de radicales libres e hiperpigmentaciones.

La radiación solar es la principal causante del fotoenvejecimiento.

Síntomas del fotoenvejecimiento

La piel acusa la acción de los rayos UVA, UVB, IR y la luz visible con la aparición de los siguientes signos:

Arrugas y pérdida de elasticidad

Estos síntomas de envejecimiento prematuro se producen, principalmente, por la disminución de la producción de colágeno y elastina en la piel, potenciada por la acción solar. Las zonas más expuestas son las que más muestran estos síntomas, especialmente el rostro, cuello y escote.

Manchas en las zonas expuestas

Son alteraciones en la pigmentación de la piel, algunas se conocen como léntigos solares, también se denominan léntigos ambientales, para incluir a los causados por la radiación solar y la contaminación ambiental en conjunto. Estas manchas son frecuentes en las personas de mayor edad, pero también pueden aparecer en personas jóvenes que se expongan inadecuadamente al sol. Otro ejemplo es el melasma, que consiste en la aparición de manchas oscuras de color marronáceo en estas zonas expuestas.

Elastosis solar

Es una condición dermatológica provocada por la acción de la radiación ultravioleta. En este caso, la piel aparece más amarilla, gruesa y áspera de lo normal debido a la alteración del colágeno.

Cómo prevenir el fotoenvejecimiento

La crema solar más adecuada es aquella que protege de todo tipo de radiaciones y es capaz de reparar la piel de sus efectos nocivos

Evitar la exposición prolongada en las horas de máxima intensidad

Este periodo abarcaría aproximadamente entre las 12h y las 16h. Conviene tener en cuenta también la altitud del lugar y el tipo de superficie sobre la que se encuentre la persona, ya que algunas reflejan más las radiaciones que otras.

protección frente al fotoenvejecimiento

Elegir la fotoprotección adecuada

La crema protectora más adecuada es aquella que protege de todo tipo de radiaciones y es capaz de reparar la piel de sus efectos nocivos. Debe tener un SPF alto, a partir de 50 y aplicarse con generosidad por todo el cuerpo, sin olvidar las zonas menos expuestas. Conviene repetir dicha aplicación tantas veces como sea necesario para que la protección sea efectiva.

Además, es aconsejable reforzar sus defensas con la aplicación de productos que contengan antioxidantes. De esta forma, se neutraliza la acción de los radicales libres producidos por la radiación solar.

La protección será más completa si se utiliza como complemento la fotoprotección oral. Las cápsulas fotoprotectoras son aptas para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles, y garantizan un refuerzo para prevenir el daño solar.

Ser perseverante

Las radiaciones tienen efectos dañinos sobre la piel durante todas las estaciones del . Por lo tanto, conviene mantener las precauciones, todos los días, incluso en invierno.

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