El exceso de grasa en el cabello es una alteración que afecta a muchas personas, pudiendo alterar su autoestima y dando lugar a un lavado del pelo casi diario. Esta grasa puede darse por diferentes factores, pero hay formas en las que podemos controlarla. ¿Quieres conocer cómo se produce y sus posibles soluciones? Sigue leyendo.
¿Por qué tengo el pelo graso?
El sebo se produce en las glándulas sebáceas y cumple con la función de mantener hidratado al cuero cabelludo, al igual que de protegerlo frente a las agresiones externas. ¿Cuándo se convierte entonces esto en un problema? Cuando debido a diferentes factores (siendo el más común la alteración hormonal), las glándulas sebáceas aumentan en tamaño y actividad y comienzan a producir un exceso de sebo que da lugar a una condición conocida como seborrea. Esta sobreproducción de grasa puede también darse por los siguientes motivos:- Toma de ciertos medicamentos.
- Genética.
- Estrés.
- Malos hábitos en el cuidado del cabello: utilizar un champú que no esté indicado para tu tipo de pelo o utilizar tintes inadecuados puede alterar el normal funcionamiento de las glándulas sebáceas. Otras razones pueden ser la de frotar el pelo con una toalla para secarlo o exponer al cuero cabelludo al sol durante largos períodos de tiempo.
Cuero cabelludo graso: consecuencias
El sebo en el cuero cabelludo provoca una liberación de ácidos grasos que se oxidan y dan lugar a una serie de síntomas, entre los que se encuentran los siguientes:- Inflamación.
- Picor.
- Rojez.
- Caspa.
- Hiperproliferación de la piel del cuero cabelludo.
- Disfunción de la barrera cutánea.
Hábitos para controlar el cabello graso
Hay diferentes hábitos que nos pueden ayudar a controlar la producción excesiva de sebo en el cuero cabelludo. Algunos de ellos son los siguientes:- No frotar el cabello con fuerza al lavarlo: masajear con demasiada fuerza el cuero cabelludo estimulará la producción de grasa. Lo ideal es realizar movimientos circulares suaves con las yemas de los dedos.
- Lavar el pelo a diario: al contrario de lo que se suele pensar, lavar el pelo graso a diario no es perjudicial ni genera más sebo. Eso sí, es recomendable utilizar un champú específico, adecuado a tu tipo de cabello.
- Utilizar agua tibia: el agua muy caliente abrirá la cutícula de tu cabello en exceso, favoreciendo la aparición de sebo y grasa. Por otro lado, el agua fría no terminará de retirar toda la suciedad acumulada.
- Evitar tocar constantemente tu cabello: ese tic de tocarse mucho el pelo debe eliminarse, pues solo consigue que se ensucie y vuelva más graso.
- Evitar los champús con sulfatos, parabenos o siliconas: estos champús son demasiado agresivos con el cuero cabelludo y retiran todos sus aceites naturales, obligando a las glándulas sebáceas a producir más grasa para rehidratarlo.
- Llevar una dieta equilibrada: la dieta influye en todos y cada uno de los procesos de nuestro organismo. Incluir la ingesta de alimentos ricos en vitaminas del grupo B contribuye al normal funcionamiento de las glándulas sebáceas del cuero cabelludo.
Champús seborreguladores, ¿por qué utilizarlos?
Un champú seborregulador no solo te ayudará a controlar la producción de grasa de tu cuero cabelludo, sino también a mantener tu pelo en un buen estado de salud, fuerte y denso:- IRALTONE Champú DS: reduce la descamación, el picor y la irritación del cuero cabelludo gracias a sus activos específicos con actividad sinérgica y normalizadora del sebo, queratolítica, queratorreguladora y antioxidante que contribuyen a reducir la caspa y a aliviar el picor y la irritación del cuero cabelludo. Esta solución también hidrata en profundidad, proporcionando confort y un cabello suave de aspecto saludable. Aplicar sobre el cabello húmedo mediante un suave masaje y dejar actuar por 2 o 3 minutos. Aclarar con abundante agua.
- IRALTONE Champú Seborregulador: permite controlar y normalizar la producción y secreción de grasa en el cabello gracias a su potente actividad antioxidante y purificante. Además, elimina las impurezas acumuladas. Aplicar sobre el cabello húmedo masajeando el cuero cabelludo. Luego, dejar actuar durante 2 o 3 minutos y aclarar con abundante agua.