El melanoma tiene una incidencia en España1 de 15 casos por cada 100.000 personas al año; esta cifra, desgraciadamente, se encuentra al alza. Estamos sufriendo las consecuencias de la exposición solar en toda una generación que nunca tuvo la oportunidad de cuidarse del sol, ya que no disponían de tanta información ni de productos adecuados como hoy en día. Sin embargo, no todo son malas noticias: podemos prevenir el melanoma si comenzamos a tener buenos hábitos de protección solar. Además, si aprendemos pautas de autoexploración podemos ser capaces de detectarlo a tiempo y que sea 100% curable.
¿Qué es un melanoma?
El melanoma cutáneo es un cáncer de piel que se desarrolla como consecuencia de la transformación maligna de los melanocitos, las células encargadas de la pigmentación de la piel. Aunque no es el más frecuente, es el responsable de la mayoría de las muertes producidas por un cáncer de piel. Este hecho es el que motiva que, desde las autoridades sanitarias y las organizaciones médicas, se haga un esfuerzo importante para mejorar su prevención.
¿Quién es más propenso a desarrollar un melanoma?
Aunque cualquier persona puede desarrollar un melanoma, algunas tienen un riesgo mayor. Las características que hacen que una persona tenga una mayor predisposición a padecerlo son, fundamentalmente, la pigmentación de la piel y el cabello y un número elevado de nevus o lunares. Además, tener algún familiar que haya padecido un melanoma o haber padecido un cáncer de piel también aumentan significativamente el riesgo. Según un estudio reciente, se ha producido un preocupante aumento de la incidencia de melanoma en adultos jóvenes, especialmente en mujeres de entre 25 y 39 años2.
A estos rasgos propios de la persona también contribuye de manera relevante la exposición excesiva a la radiación ultravioleta, tanto natural como artificial. Si bien las quemaduras solares representan uno de los antecedentes más importantes en el desarrollo de melanoma, también debe tenerse en cuenta la exposición solar excesiva y continuada.
Cómo prevenir el melanoma cutáneo
Teniendo en cuenta qué aumenta la probabilidad de padecer un melanoma, existen dos medidas fundamentales para prevenir el melanoma cutáneo.
La primera de ellas consiste en reducir el tiempo de exposición a la radiación solar a lo largo de la vida. La quemadura solar es la consecuencia de una exposición intensa en un corto periodo de tiempo que se manifiesta como un enrojecimiento e inflamación de la piel que puede acompañarse de ampollas y dolor intenso, en cuyo caso se habla de quemaduras graves. El daño producido en la piel por la quemadura hace que, al cabo de unos días, se descame la piel.
La posibilidad de sufrir una quemadura solar está en relación con el tipo de piel (fototipo cutáneo), con el tiempo de exposición y con la intensidad de la radiación, que variará fundamentalmente con la época del año, la altitud y la hora del día. En cuanto al tipo de piel, sabemos que las personas de piel negra tienen una gran protección natural frente a la radiación ultravioleta mientras que los pelirrojos tienen la peor protección. Entre ambos extremos se encuentra el resto de las personas, todas con una capacidad variable de quemarse.
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Evitar la exposición solar, la mejor forma de evitar el melanoma
La mejor forma de disminuir el daño de la radiación ultravioleta en nuestra piel es reducir la cantidad de radiación solar que se recibe a lo largo de la vida. Para ello se recomienda no utilizar las cabinas de bronceado y utilizar medidas de protección adecuada durante las actividades que se realizan al aire libre, tanto en días soleados como nubosos y principalmente durante los meses de mayor intensidad de la radiación.
Esto se consigue con el uso de medidas físicas (camisetas, gorros, gafas con protección UV), buscando la sombra, y procurando realizar las actividades en las horas con menor radiación. Es crucial la utilización de cremas protectoras, que pueden complementarse con fotoprotectores orales. Todas estas medidas deben utilizarse concienzudamente y sobre todo en las personas que tienen una piel más sensible al sol y con muchos lunares. Debe tenerse en cuenta que no existe protector solar capaz de protegernos completamente y que además no suele utilizarse de la manera en que debería utilizarse. Utilizar el protector solar nos puede dar una falsa sensación de seguridad y puede hacer que acabemos exponiéndonos más horas al sol de las que deberíamos.
Para que el protector solar resulte eficaz, debe aplicarse en la cantidad adecuada (2mg/cm2), de manera uniforme y homogénea en toda la superficie cutánea y reaplicarse cuando sea necesario (por ejemplo, tras intenso sudor o al salir del agua). También es muy importante recordar aplicarlo en las “zonas olvidadas” como orejas, cuero cabelludo, nuca, cuello y empeines.
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Detección precoz, la otra forma de prevención del melanoma
La segunda medida de prevención es la detección precoz del melanoma. Si bien con la protección frente a la radiación ultravioleta se puede reducir el riesgo, el melanoma puede desarrollarse en personas que no tienen ningún factor de riesgo. Es más, un número importante de melanomas se presentan en zonas de la piel que no se han expuesto al sol o que lo han hecho mínimamente. Hay melanomas que aparecen en las palmas de las manos, las plantas de los pies, la piel alrededor de las uñas, el cuero cabelludo y otras zonas de la piel habitualmente protegidas frente a la radiación solar.
Por todo ello, aunque se puede disminuir la probabilidad de padecer un melanoma, la mejor forma de disminuir la muerte por melanoma es detectarlo en sus fases iniciales.
Para conseguir este propósito la medida más importante es la exploración periódica de toda la superficie de la piel. La forma adecuada de realizar este procedimiento consiste en, con la ayuda de uno o dos espejos, mirarse de forma sistemática toda la superficie cutánea una vez al mes. Esta exploración no requiere más de dos o tres minutos y debe llevarse a cabo con una periodicidad de un mes. Es de especial ayuda disponer de imágenes basales de toda la piel, pues va a permitir identificar los tipos de manchas en la piel de nueva aparición.
La regla ABCDE de los lunares: síguela con frecuencia
Es muy importante que recuerdes la regla ABCDE de los lunares, que consta de los siguientes puntos:
- Asimetría de un lunar en cualquiera de sus ejes.
- Bordes irregulares.
- Color variado, no uniforme.
- Diámetro mayor a 6 mm.
- Evolución: detectar si alguno de nuestros lunares cambia en forma, tamaño o color a lo largo del tiempo.
En el examen se deben buscar sobre todo elementos nuevos o cambios en lunares previos, fundamentalmente en su tamaño y en su color, especialmente aquellos que confieren una asimetría al lunar. Si el lunar, además, pica, duele o sangra, la sospecha de que puede ser un melanoma es mayor. El hallazgo de algún lunar dudoso requiere de una valoración dermatológica precoz.
El melanoma es un cáncer que la mayoría de las veces, cuando se presenta, su tratamiento consiste en una cirugía sencilla con márgenes adecuados. Previamente se debe descartar que no haya metástasis al inicio y se llevan a cabo pruebas radiológicas cuya complejidad dependerá de la fase en la que se ha diagnosticado el melanoma.
Junto con estas pruebas, en muchos de los casos, se estudian los ganglios regionales con una técnica quirúrgica que extirpa y analiza el ganglio centinela. Cuando este ganglio o ganglios (puede haber más de uno) está invadido por el tumor indica que el melanoma tiene capacidad de generar metástasis.
Tanto en esta circunstancia como en los casos en los que ya existe metástasis en otros órganos o en los que el riesgo de que esto ocurra es alto, se administra tratamiento sistémico.
En la actualidad existen muchos tratamientos nuevos para esta finalidad. Los más modernos incluyen fármacos dirigidos frente a alteraciones moleculares del tumor que consiguen frenar o eliminar el crecimiento, así como inmunoterápicos que eliminan el bloqueo que producen los tumores para frenar la respuesta inmunitaria frente al cáncer. Con ellos se ha conseguido mejorar enormemente el pronóstico de la enfermedad. Además, también se puede utilizar la radioterapia y la quimioterapia en algunos casos.
El pronóstico de los melanomas cutáneos es, en general, bueno, porque se suele diagnosticar en fase localizada. Aun así, todavía fallecen uno de cada 9-10 pacientes, por lo que es fundamental hacer un esfuerzo importante en su detección precoz. ¡Protégete adecuadamente del sol y únete a Cantabria Labs en la lucha contra el melanoma!
Fuentes:
1https://seom.org/otros-servicios/noticias/210543-se-incrementa-la-incidencia-interanual-de-melanoma-en-espana-con-7-881-casos-nuevos-en-2024
2https://www.mdpi.com/2077-0383/9/11/3396
