No puedo vivir sin ti…HELIOCARE 360ºAge Active Fluid SPF 50

“No puedo vivir sin ti, no hay manera…”, le canto al sol, que no a mi Él, que también, mientras me aplico en el rostro a mi nuevo aliado, el fotoprotector HELIOCARE 360ºAge Active Fluid SPF 50.

El sol. Mi sol. El de todos. Fundamental para mí, amante de la luz y el aire libre. Y para todos. Fuente inagotable de salud y de vitalidad. Pero sin olvidar, jamás, su lado oscuro. El que ya conocemos. El que se manifiesta en desagradables eritemas, alergias solares, quemaduras, fotoenvejecimiento y, en los casos más graves, tumores. Las cosas como son. Así de claro y así de duro. Con lo cual, lo de siempre… ¡A protegerse! Yo me protejo con HELIOCARE. Amo esta firma. Y lo digo con conocimiento de causa, aunque parezca políticamente incorrecto decirlo aquí y ahora.

En mi bolso, en mis bolsas de deporte y de playa, esta marca siempre está presente. Como las palabras de mi Él. Que me lo repite una y otra vez. “El sol brilla, pero la imprudencia quema”. Sonrío. Esta vez tiene razón. Pero que no sirva de precedente.

Vuelvo a sonreír. Al pensar el porqué de que hoy esté escribiendo estas líneas. La edad obliga. Algo que comprendí perfectamente cuando me lo propusieron desde Heliocare y me hablaron de fotoenvejecimiento. Normal. ¡Soy el target óptimo! Y yo feliz. ¡Nada me gusta más que poder cumplir años!

Con arrugas, sí, pero siempre con una piel saludable. Para ello, lo más importante, mantenerla siempre protegida del sol, de los factores externos, o de las pantallas del ordenador o el móvil.

¿Cómo? Como siempre. Con un protector solar, la herramienta fundamental para evitar los efectos nocivos del sol en nuestra piel y, por lo tanto, en nuestra salud. Lo que yo hago y consigo, gracias al fotoprotector del que os hablaba al principio, HELIOCARE 360º Age Active Fluid SPF 50.

Triple complejo antiedad

Me protege de todo lo que me tiene que proteger. Frente a las cuatro radiaciones UVB-UVA-VL-IRA y frente a la luz azul emitida por los dispositivos digitales, de los que no me separo, desgraciadamente, en mi vida diaria.
Encima contiene un triple complejo antiedad que ayuda a reducir las líneas de expresión y aporta firmeza. Lo que más necesito. Porque si hay algo que tengo claro, es que no hay una rutina antiedad que se precie sin una fotoprotección específica, y esta es perfecta para mi piel madura.

Textura ultraligera

Mención aparte su textura ultraligera. Es una pasada. Te deja la piel increíble, súper suave e hidratada, y difumina los signos de la edad gracias a su tecnología soft focus.

¿Mis consejos antes de aplicarlo? Yo lo que hago es agitar bien el bote y no escatimar nada con la cantidad del producto.

Me lo aplico de forma generosa, siempre por la mañana antes de salir de casa, y de la exposición al sol. Más tarde, dependiendo del lugar en el que me encuentre, me lo vuelvo a poner con mayor o menor frecuencia. Por supuesto si estoy en la playa o en la piscina, cualquier fotoprotector se convierte en una extensión de mi mano, y me lo pongo varias veces, especialmente tras baños prolongados o si sudo mucho. Sé que solo por este camino, evitaré, en la medida de lo posible, quemaduras y daños mayores.

Es algo que a muchas personas se les olvida y es importantísimo.

Protección oral, complemento perfecto

¿Y sabéis lo que hago cuando llega el verano? Combinar la protección solar tópica, con la fotoprotección oral. Esas cápsulas o sticks, son el complemento perfecto -nunca el sustituto- de los fotoprotectores tópicos. Heliocare también tiene unos fantásticos. Y lo hago, principalmente, porque sé que la mayoría de las veces no nos ponemos bien las cremas protectoras, olvidamos diferentes zonas del cuerpo (por ejemplo, detrás de las orejas), no nos ponemos la cantidad suficiente o no reaplicamos de la manera correcta.

Algo que sucede frecuentemente y que ha hecho afirmar a los expertos que los protectores tópicos no pueden luchar solos contra el llamado estrés oxidativo. Lo ideal es que si se utilizan acompañados de los fotoprotectores orales para aportar una protección más homogénea y uniforme en toda la superficie del cuerpo. Ellos recomiendan ingerirlos todo el año.

Y están adaptados para todo tipo de piel. Incluso hay fórmulas específicas para los más pequeños.

Por último, si me permitís una recomendación, acostumbraros a utilizar el protector solar todos los días del año, no solo de manera puntual. Porque además de los factores externos con los que hay que luchar, también está la conocida luz azul, que mencionaba antes, esa luz artificial que también está demostrado que daña la piel.

“No, no puedo vivir sin ti…”, le canto esta vez a Heliocare 360ºAge Active Fluid SPF 50. Que no a mi Él. Que también.