Texturas y protección

El 70% de voluntarios que participaron en un estudio realizado en una playa declaraba que no les gustaba la sensación de la crema en la piel y que sólo la utilizaban para no quemarse. Esto nos demu­estra que la eficacia de un producto no sólo depende de las características técnicas sino del grado de satisfacción al usarlo, y obliga a los laboratorios a crear fotoprotectores que además de conseguir una mayor protección pongan una especial atención en las características de sus texturas.

Existe la creencia de que las texturas ligeras y que se extienden fácilmente tienen una menor protección comparándolas con cremas mucho más densas, realmente esto no es así, la protección a la radiaciones solares esta condicionada por otros factores:

-. Conocer nuestro tipo de piel.

-. Aplicarnos el fotoprotector menos veces de lo recomendado.

-. Extenderlo mal, poco uniformemente aplicando menos cantidad de la recomendada

-. La creencia de que los fotoprotectores que dejan una película blanca en la piel, no necesitan que repitamos su aplicación.

-. El repetido contacto con agentes externos, como el agua, la arena, el sudor…el fotoprotector va desapareciendo de nuestra piel.

-. El tiempo que pasa entre una aplicación y otra.

Dependiendo de las características de nuestra piel (nuestro fototipo) elegiremos el factor de protección que necesitamos y una vez elegido, decidiremos cuál de las diferentes texturas se adapta mejor a las características de nuestra piel: Crema, Gel, Gelcream o Spray

En “Vida al Sol” somos conscientes de la importancia que tiene la textura y la protección por lo que la semana que viene, contaremos con la colaboración de nuestra especialista del departamento de galénica, Inés Pérez. Contestará a todas las dudas que la mayoría nos planteamos, por eso os invitamos a participar.

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