A lo largo de la historia, las modas relacionadas con el bronceado han ido cambiando de forma gradual. El atractivo moreno que mucha gente persigue hoy en día no ha tenido tantos partidarios en el pasado. ¿Conoces el origen de esta costumbre? ¿Y sabes por qué nos bronceamos al exponernos al sol? ¿Ponerse moreno es malo? ¿Con crema solar te pones moreno? ¡Descúbrelo!
¿Cuándo surgió la moda de la piel bronceada?
Hasta principios del siglo XX la piel morena era propia de las clases sociales trabajadoras que pasaban horas al aire libre. El trabajo en el campo, en la construcción, los mercados, etc. se consideraba impropio de las clases más altas. Por ello, evitaban exponerse al sol, ocultándose bajo sombrillas y sombreros, y llegaban a utilizar productos blanqueadores.
En los años 1920, las costumbres cambiaron drásticamente. Coco Chanel decidió presentarse en público con la piel bronceada y rápidamente se puso de moda lucir un tono dorado. El tono dorado de la piel empezó a simbolizar salud y la posibilidad de disfrutar del ocio al aire libre, lo que significaba un elevado estatus social. En los años 40 aparecieron los primeros anuncios que animaban a tomar el sol, coincidiendo con la aparición del bikini en 1946. Ya en los 1970 aparecieron las primeras camas de rayos UV con las que se intentaba estar bronceado incluso en invierno.
Sin embargo, esta moda no es igual en todos los países. ¿Sabías que en China y el sudeste asiático se prefiere la piel blanca? Las razones son similares a las que imperaban en Europa hasta hace menos de 100 años, pero los métodos son mucho menos agresivos: cazadoras con guantes, máscaras e incluso una especie de pasamontañas de nylon para la playa. Y todo ello combinado con el uso de fotoprotectores de SPF alto para evitar la incidencia de las radiaciones solares. Ahora bien, ¿por qué nos bronceamos? ¿Cuál es la explicación científica?
La melanina es un pigmento que producen nuestras células de la piel (melanocitos) como mecanismo de defensa. Su función es proteger el núcleo de la célula, donde se encuentra el ADN, del daño que puede causar la radiación solar. Es decir, broncearse es, en realidad, una respuesta de protección de la piel ante la agresión solar.
Parece que culturalmente seguimos valorando el tono bronceado como un tono que favorece: en general nos vemos más atractivos si estamos bronceados o al menos ese toque de sol que aporta un poco de tono. Pero, ¿sigue siendo un pensamiento responsable?
¿Broncearse es bueno o malo?
Si has nacido antes del año 2000 seguro que has tomado el sol sin ser consciente de los riesgos. La concienciación sobre la fotoprotección tópica y oral es algo relativamente nuevo. En los años 80 había cremas solares con SPF2. Incluso había cremas solares sin protección solar.
El bronceado, aunque culturalmente se asocia a belleza y salud, no deja de ser un mecanismo de defensa de la piel frente a los daños que provoca la radiación ultravioleta. Exponerse al sol en exceso sin protección puede aumentar el riesgo de fotoenvejecimiento, manchas y, en el peor de los casos, cáncer de piel. Por ello, es fundamental protegerse adecuadamente y mantener una exposición solar responsable.
¿Se puede conseguir un bronceado saludable?
Ya has aprendido por qué nos bronceamos. Si tu objetivo ahora es potenciar y prolongar el bronceado, has de saber que contamos con soluciones que permiten conseguir un tono de piel más atractivo y a la vez saludable, ya que la protegen de los daños solares. Por ejemplo, Heliocare Oral Cápsulas Bronze es un complemento alimenticio que, junto a una adecuada fotoprotección tópica, ayuda a potenciar un bronceado gradual y seguro. Estas cápsulas combinan betacaroteno, que estimula el tono de la piel, con Forskolin, que favorece la producción de melanina, y Fernblock®, un innovador ingrediente con propiedades antioxidantes que protege la piel frente al fotoenvejecimiento.
Es muy importante destacar que estos productos no sustituyen el uso de protectores solares tópicos adecuados. Para disfrutar de la vida al aire libre de forma segura y saludable, te recomendamos siempre utilizar protección solar facial y corporal según tu fototipo.
La fotoprotección es esencial para prevenir los efectos dañinos de la radiación solar. Aunque es natural desear un tono de piel más dorado, debemos recordar que el bronceado no es un objetivo en sí mismo, sino una respuesta de la piel al daño solar. Por eso, si quieres conseguir un bronceado saludable y duradero, hazlo siempre protegiendo tu piel con responsabilidad y cuidándola con productos específicos.
María Vitale Villarejo
Medical Manager Dermatology en Cantabria Labs
María Vitale Villarejo
Medical Manager Dermatology en Cantabria Labs
Licenciada en Dermatología y especialista en fotoprotección y fotoenvejecimiento con más de 30 años de experiencia en el sector sanitario y farmacéutico.