Para hablarnos de piel sensible y protección solar hoy nos visita el Dr. Guillermo Solano-López dermatólogo, Máster en Dermatología Estética. Es actualmente director de la Clínica Dermatológica Dermimed. Autor de más de 40 publicaciones.

La exposición solar es uno de los factores más importantes como factor estresante en la piel, sobre todo cuando hablamos de piel sensible. Las radiaciones ultravioletas así como la luz visible desencadenan inflamación, estrés oxidativo y aparición o empeoramiento del eritema en las pieles consideradas sensibles. 

Aproximadamente el 50% del estrés oxidativo generado por el sol a nivel de la piel es debido a las radiaciones visibles e infrarrojas por lo cual no debemos olvidar que estas existen y que nuestro fotoprotector debe cubrirlas.

Los protectores solares para piel sensible deben adaptarse y ofrecer una máxima protección (por encima de SPF 30) y ofrecer una máxima seguridad y tolerancia, sin alcohol, parabenos, octocrilenos, siliconas ni perfumes. Los alcoholes deshidratan e irritan la piel y los perfumes también pueden provocar irritación de la piel con riesgos de dermatitis de contacto irritativa e incluso alérgicas Además los fotoprotectores deben tener una protección antioxidante reforzada con foto-estabilidad en el tiempo. No debemos olvidar que a pesar de que el factor de protección solar sea un 50 debemos renovarnos la aplicación cada 2 horas y sobre todo el hecho de que aún en días nublados o con frío las radiaciones siguen afectando a la piel.